Una maravilla de la evolución, en Finca San Antón - Finca San Antón
16240
post-template-default,single,single-post,postid-16240,single-format-standard,woocommerce-demo-store,woocommerce-no-js,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,columns-4,qode-theme-ver-16.8,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-5.5.2,vc_responsive

Una maravilla de la evolución, en Finca San Antón

Con la llegada del otoño, la bajada de la temperatura estival y las primeras lluvias, me gusta pasear con calma por Finca San Antón. Con pausa y sin prisa, voy observando la naturaleza, escuchado los sonidos y respirando el aroma a tierra húmeda y hierba fresca. Me fijo en el aspecto de los árboles, la estructura del suelo cubierto, las pequeñas plantas que empiezan a nacer y de repente, en una umbría veo un tapiz de vegetación minúscula, donde me llama la atención una planta en particular. Le saco fotos y se las envío a Jorge Castro, Profesor de Ecología y Asesor de la finca.

 

Un poco más abajo se pueden ver fotos de una planta que Jorge identifica como “Selaginella” (una maravilla de la evolución y ¡la tenemos en nuestra finca!) además, nos facilita una breve explicación en tono académico, pero en lenguaje sencillo, de lo que es esta planta.

En las fotos, se aprecia el tamaño de la misma respecto a una bellota y más de cerca, respectivamente:

“Esto que se ve en la foto parece un musgo, pero no lo es. Se trata de un helecho diminuto llamado Selaginella. Tanto musgos como helechos tienen la particularidad de que sus gametos masculinos (los espermatozoides) son liberados al agua, donde tienen que nadar, con sus flagelos, hasta encontrar al óvulo. Por eso tanto musgos como helechos están condenados a vivir en sitios muy húmedos o cerca de los cursos de agua.

En la evolución de las plantas este ha sido uno de los caballos de Troya: cómo conquistar el medio terrestre si la mayor parte de la tierra ofrece un entorno seco en el que los gametos perecerían. Para ello era necesario reducir su dependencia del agua para la reproducción. Esto se consiguió poco a poco, durante millones de años, hasta llegar al punto en que las plantas con flores (que son prácticamente todas las que nos rodean y que hoy día dominan la vegetación del planeta) producen los gametos masculinos dentro del grano de polen. El polen es luego dispersado por el viento o por animales hasta la parte femenina de otras flores, mientras que dentro de sus paredes se desarrollan unas pocas células entre las que hay dos espermatozoides, muy transformados ya, sin ni siquiera flagelo, y que no llegan a ser liberados al exterior: son intoducidos directamente hasta los óvulos por otras células especializadas del grano de polen que perforan un canal –el tubo polínico– hasta el ovario de la flor femenina. De este modo, en ningún momento necesitan agua en el medio exterior para la fecundación.

Este paso de gigante es una de las maravillas evolutivas mejor documentadas en el registro fósil. Y Selaginella es una de las pocas especies de helechos vivientes en las que se observa un estado intermedio, algo así como un eslabón entre las plantas con flores y los helechos: Selaginella produce espermatozoides dentro de unas estructuras que equivalen a granos de polen. Es casi igual a lo que ocurre en las plantas modernas, pero en el último momento esos espermatozoides, que aún tienen flagelos, son liberados muy cerca de la parte femenina para nadar hasta los óvulos. Selaginella está a un paso de conseguir una fecundación tal y como ocurre en las planta con flores. Representa la antesala de lo que en el pasado permitió la evolución de los granos de polen, y con ello el surgimiento de las plantas actuales. Selaginella es un pequeño ejemplo de la grandeza de la evolución biológica”.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.

Esta es una tienda de demostración para realizar pruebas — no se completará ningún pedido. Descartar